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Cuando los Templarios fueron encarcelados en Francia el 13 de octubre de 1307, Dinis no creyó las acusaciones contra ellos y mantuvo libres a los Templarios en territorio portugués, creyendo en su inocencia. El Rey Eduardo de Inglaterra escribió a Dinis una carta, en la que expresaba sus dudas sobre los cargos contra los mismos. Sin embargo, el Papa Clemente, disolvió a los Templarios en 1312, transfiriendo sus bienes a los Hospitalarios.
Dinis, aprovechando esta circunstancias fundó la Orden de los Caballeros de Nuestro Señor Jesucristo, solicitando y consiguiendo las pertenencias del Temple para la nueva orden. La reclamación se fundamentó en que las tierras de los templarios habían sido concedidas a uso perpetuo y que no habían dejado de pertenecer a la corona y que el verdadero nombre del Temple era, Caballeros Pobres de Cristo y del Templo de Salomón y que por lo tanto le correspondían los bienes entregados a los Hospitalarios. Cardinale afirma que la orden fue fundada por Dinis y Santa Isabel el 14 de agosto de 1318 bajo el nombre de la milicia de Jesús Cristo .
Fue, en un principio, una simple continuación, bajo un nuevo nombre, de la del Temple y numerosos templarios encontraron refugio en ella. Los Caballeros de Cristo, como los del Temple, estaban destinados a combatir a los moros; conservaron el hábito blanco y la cruz roja del Temple. Aunque era exclusivamente portuguesa, la Orden de Cristo permaneció, sin embargo, asociada a la de Calatrava. La casa matriz de la orden estaba en Castro-Marino; más tarde, fue trasladada a Thomar.
Esta Orden fue confirmada por medio de Bula Ad ea Exquibus, por el Papa Juan XXII con fecha 14 de marzo de 1.319, dándole como Regla la de los Cistercienses. La Orden se extendió con rapidez por España, Francia, Italia y Alemania. La Orden recibió los bienes de los templarios y establecieron su cuartel general en la Iglesia de Santa Maria del Castillo, en la ciudad de Castro Marim. Obedecieron los Estatutos y la Regla de vida de la Orden de Calatrava y designaron al Abad de Alcobaca y como visitante a su hermano Gil Martins, que había sido Maestre de la Orden de Avis, llegando a ser el Maestre de la nueva Orden.
Los primeros Estatutos de la Orden, tienen fecha de 1321 y y cuentan con 84 hermanos, de los que 69 fueron armados como Caballeros montados, 9 capellanes y 6 sargentos. Mas tarde se estableció que el nombramiento del Maestre de la Orden, se efectuara entre los caballeros profesos. La sede de la Orden cambió varias veces de lugar, hasta el año 1357, en que su 6º Maestre Nuno Rodrigues, la estableció en Thomar.
La jerarquía de la Orden consistía en el Maestre de la Orden del que dependían el Prior Mor (Gran Prior), este fue el que convocó las elecciones del Maestre, en la Sede conventual del castillo en Castro Marim, le seguia en el escalafon el Comendador Mor (Gran Comendador), el Claviero (encargado del castillo) y el Alferes (Abanderado). Su símbolo consistía en una doble cruz en colores rojo y plata. Stevens dice que su divisa era una Cruz Roja con una torcedura blanca en el centro
En 1318, se ocuparon las posesiones de la Orden del Temple y es posible que fueran admitidos los caballeros templarios, (aunque discrepan otros escritores, tales como Baigent y Leigh).
Esta orden estaba sometida a la regla de San Benito y los caballeros gozaban de todos los privilegios, derechos, exenciones y jurisdicciones que habían beneficiado a los caballeros del Temple. Poco a poco fueron descargados de los tres votos de pobreza, castidad y obediencia. Alejandro VI (papa de 1492 a 1503) les permitió casarse y los reyes de Portugal les colmaron de riquezas. Jôao I (rey de 1385 a 1433) les cede todas las posesiones coloniales de África, reservándose sólo el derecho de soberanía. Pero la orden llega a ser tan poderosa que fue decidido que sus nuevas conquistas serían propiedad de la corona y el papa Julio III unió, en 1550, la Gran Maestría de la orden a la corona de Portugal. Los reyes, a partir de esa fecha, se hicieron con la administración de la orden.
Al final de la Edad Media, la Orden de Cristo es la única orden ibérica que continúa en llevar una misión original inspirada del ideal de las cruzadas. Es el elemento motor de todas las expediciones de los portugueses a los largo de las costas de África (Vasco da Gama era caballero de Cristo).
En 1789, la Orden de Cristo, como la de Aviz, fue reorganizada por la reina María que la dota de nuevos estatutos, en vigor hasta 1918. Llegó a ser puramente honorífica. Los estatutos actuales datan del 24 de noviembre de 1.963 y la orden toma sitio después de la de Aviz. Actualmente está conservada por la república, en tanto que recompensa eminentes servicios civiles, y, puede ser concedida a altas personalidades extranjeras.
Es comúnmente admitido que en la autorización original de la creación de la Orden de Cristo, en 1319, que el papado se reservaba el derecho de admitir caballeros; pero ya no existe ningún vestigio de esta práctica en esta época. En el transcurso del siglo XVII, Roma nombra algunos Caballeros de Cristo. Sin embargo, los reyes de Portugal, se opusieron enérgicamente a esta práctica. De todas formas, en 1905, el Papa Pío X crea la Orden Suprema de Nuestro Señor Jesucristo, siendo la más importante orden pontificia. Después de Pablo VI, sólo ha sido concedida a jefes de Estado por razones excepcionales.
Ordem militar de Christo: Bibliografía